jueves, 11 de noviembre de 2010

Estas palabras no se las lleva el viento

Todavía no lo conozco bien.

Aún no sé qué cosas lo vuelven loco, quizás le gusta la fotografía como a mí y los días sepia. Tengo que preguntarle.


Sí sé que le gustan los planes y caminar, sé también que me acepta con todo lo que tengo y más aún con lo que me falta. El otro día descubrí que también es muy gracioso y quejoso. Como yo. Me hace sentir menos rara, menos jodida.Tengo una leve intuición. Me parece que le gusta hacer el amor con la luz apagada y que seguramente me abrazaría después de hacerlo o que me rascaría la espalda y las piernas, los hombros y el cuello. Todavía no lo sé, cuando confirme o desmienta este párrafo les voy a contar.


Un día soñé con él, me hacía reír y me llevaba a lugares que no existen pero fue sólo un sueño. Me desperté y claro que no estaba conmigo, no importa… falta poco para que venga. Me dijeron que no va a tardar en llegar.


Le gusta la música, aunque lee las canciones. Como yo.


A veces se disfrutan más así. A veces está triste y no sabe por qué pero después de estar un par de días así se le pasa todo y vuelve a renacer y yo estoy ahí, me saca de la oscuridad y vuelvo a caminar con él. Nos gusta caminar.


Hace un tiempo supe que los días de lluvia son sus preferidos, por el olor y el ruido. Esa loca sensibilidad. Odia que escuche salsa y ama verme bailarla y que no lo invite porque sabe que no puede seguirme.


Todavía no sé de qué color es su pelo y su piel pero sé que sus ojos son del color con los que mira el mundo. Aún no me miró a los ojos y ya no puedo esperar, quiero saber de qué color soy entre sus pestañas. Largas ellas.Su cuello huele a limón y sus manos tienen ese gusto a sal que hace que mi sirena interna cante cada sensación desde el alma. Dejando salir pequeños gritos irrepetibles, solitarios.


No tiene vergüenza de la mujer que, tomada de su brazo, camina el mundo de punta a punta. Esa soy yo. Y puedo decir todo lo que quiera porque sé que me va a entender y si no logra hacerlo, se sienta, pone un dedo en su sien y me dice "Hoy no puedo seguirte". No me sigas, caminá conmigo.


Es el amor de mi vida, es el hombre que llena el espacio vacío con el que nací. Todavía no lo conozco, pero escribo esto para que cuando se digne a dejar de andar por caminos equivocados pueda mostrarle estos párrafos y decirle "Te estaba esperando.".


Uno de los textos más lindos que lei en mi vida, ahora.... creo que por fin me está tocando vivirlo ... ♥